Al poco de empezar a pasear por esta ciudad, nos damos cuenta de que comparte una característica común con muchas otras de esta zona. Sus agradables calles llenas de rincones para no olvidar hacen que dar un paseo sea una experiencia muy agradable.
Esta ciudad no goza del fantástico estado de conservación que observamos en Trogir, pero eso no le quita belleza, es más, le da un aire un tanto decadente que tiene cierto encanto. Incluso todavía se pueden observar en algunas de las fachadas del centro las señales de la todavía reciente guerra.
Detalle en una escalera |
La ciudad está llena de detalles muy curiosos. Me llama por ejemplo la antención un reloj veneciano muy peculiar, que marca las 24 horas en lugar de 12.
Un curioso reloj... |
La catedral de San Jacobo
Al cabo de un rato paseando llegamos de repente a la plaza principal de la ciudad, donde se encuentra la catedral de San Jacobo. La sensación es curiosa, ya que al salir tan de repente a la plaza, no sabes a donde mirar, toda entera es realmente preciosa, la arcada enfrente de la catedral, los soportales, la catedral en si...
La plaza de la catedral |
El aspecto exterior de la catedral esta muy cuidado, cada detalle, escultura o tejado se nota trabajado y cuidado. Esta catedral tiene una peculiaridad muy curiosa. En la parte trasera, hay esculpidas 74 cabezas, con caras y expresiones realmente peculiares. Parece como si todas estuviesen enfadadas o tristes, como si no les gustase la idea de quedarse atadas a la pared por los siglos de los siglos.
El pobre retratado tenía un mal día. |
Entramos a la catedral por la puerta principal, que curiosamente tiene la fachada mas espartana de todas. El interior, aunque bonito, destaca por el lamentable estado de restauración de las paredes. Todas las paredes y techos estan cubiertos de hollín, probablemente causado por la antigua iluminación de la iglesia. Detrás de esa capa negruzca, parece que todo se encuentra en bastante buen estado, aunque deslucido. No obstante, el paseo entre sus altos muros sigue mereciendo la pena.
Galerías y techo de la catedral. Pena de hollín... |
A través de una pequeña puerta situada en uno de los laterales de la catedral accedemos a una pequeña cripta, donde se sitúa la pila bautismal. La pila es interesante, pero lo que realmente nos deja impresionados es el techo esculpido de la cripta, donde unos angeles rodean a un dios que tiene pinta de enfadado. La cámara tiene forma circular y unos 4 o 5 metros de diámetro, pero el techo esta enteramente esculpido con un detalle y una calidad asombrosa. La tenue luz hace que la escultura sea todavía más impactante.
El techo de la cripta de la catedral, menuda cara de buenos amigos. |
Salimos de la catedral y volvemos al paseo marítimo donde nos dejó hace unas horas el autobús. Tras un pequeño paseo volvemos a subir al autobús. Šibenik nos ha dejado muy buen sabor de boca, pero hay que poner rumbo a nuestro destino final de hoy: Zadar.
Hasta luego,
Rhadamon.
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