De repente… ¡Osos!
Cuando llevamos ya la mayor parte del camino hecha, el conductor sugiere parar. A pesar de que le decimos que no hace falta, el insiste y acabamos parando en un pequeño restaurante de carretera. No sabemos muy bien porqué, pero el hombre (que solo habla Croata) insiste en que le sigamos. Intrigados nos enseña un montón de osos disecados que hay en un pasillo del restaurante. "Que bien", pensamos. Salimos por una puerta lateral y de repente nos encontramos un recinto vallado y electrificado en el que hay 3 osos pardos, pendientes de lo que echan de comer los turistas. A escasos metros otro recinto tiene decenas de corzos y ciervos.
El clásico oso de gasolinera... |
Aunque resulta curioso estar a tres palmos de los animales, resulta bastante triste ver en las condiciones en las que viven, en unos recintos muy pequeños junto a un bar de carretera.
Los lagos
Al cabo de un rato llegamos al parque. Aparcamos el autobús y nos dirigimos a la entrada. De los posibles recorridos, escogemos uno de los mas largos (que tampoco es gran cosa). Hace un día fantástico, sopla aire y no hace demasiado calor. Preparados… Listos… ¡Ya!. Cogemos las entradas y entramos en el parque.
Nada más entrar, la primera vista resulta impresionante
La vista nada mas entrar al parque |
Dejamos el mirador y bajamos por la ladera hasta el nivel de los lagos inferiores. En cuanto llegamos abajo, el camino empieza a discurrir sobre estrechas pero firmes pasarelas. El color del agua es increíble. A pesar de la belleza de las fotos, no le hacen justicia.
Caminando por las pasarelas |
Seguimos paseando, anonadados.
Por ahí discurre el camino... Alucinante |
Tras un rato de pasarelas y pequeñas escaleras, el camino discurre por la orilla del lago mas grande hasta un pequeño embarcadero. El camino alrededor del lago es demasiado largo para hacerlo a pie y tardar un tiempo razonable, por lo que una pequeña linea de barcos (eléctricos, el techo son todo placas solares) te traslada de un extremo al otro del mismo. El trayecto es muy estable y es imposible marearse (o casi)
Los barquitos eléctricos |
Bajamos del barco y empezamos a subir por mas pasarelas hacia la parte alta de los lagos. Se nota que es verano por la cantidad de gente que hay. Resulta difícil pararse a hacer una foto…
Tanta gente resultaba un poco agobiante... |
A lo largo del camino encontramos miles de sitios alucinantes.Realmente precioso. Paramos a comer en un pequeño recodo del camino, alejándonos un poco de la multitud.
Troncos sumergidos. Fijáos en la claridad del agua |
Llegamos a la parte mas alta, donde un bar junto a una pradera ofrece un agradable refrigerio a la gente después de una ligera subida. Tras un merecido descansillo, cogemos el tren-autobús que nos baja hasta un punto cerca de la entrada. Este último trayecto nos ofrece unas vistas impresionantes (de portada de guía turística).
Mi guia de Croacia tiene esta misma foto en la portada |
Salimos por el mismo sitio por donde entramos por la mañana, todavía anonadados por lo impresionante que ha resultado el día. Yo tenía unas expectativas tremendas acerca del día de hoy, y la verdad es que las ha superado con creces.
El día no se ha acabo, en el camino hacia Opatija (donde dormiremos hoy) vamos a pasar por Slung y Karlovak, pero eso será en el próximo post.
Hasta luego,
Rhadamon.
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