Rovinj es una de las ciudades mas curiosas y fotogénicas de Istria. Debido a la proximidad con Venecia y las influencias de ésta, se la llama la Venecia Istriana. Su abigarrado desorden y estilo de construccion hacen de esta ciudad un sitio digno de visitar y pasear con calma.
Llegada a Rovinj
El autobús nos deja en un pequeño parquing no muy lejos del casco histórico de esta ciudad. Ya desde aquí observamos el marcado estilo de la ciudad, de casas abigarradas y antiguas, que le dan un aire decadente con muchisimo encanto. La catedral se alza majestuosa en la parte mas alta de la ciudad.
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| El casco viejo de Rovinj |
Entramos al casco viejo por un pequeño mercado que hay junto al puerto. El mercado tiene un aspecto muy bueno y es impresionantemente caro. Pocos locales estan comprando en el, y es completamente distinto al que vimos en Hvar. Esta claro que está destinado al turismo mas que al comercio local. Aún así damos un paseo por entre los puestos, disfutando de los agradables olores de los productos frescos.
El casco viejo de Rovinj
Entramos en el casco viejo a través de un pequeño arco que inicia una calle de subida que llega hasta lo mas alto. La misma calle va haciendo eses, esquivando los edificios. Mientras paseamos nos empapamos de ese aire especial que tiene esta ciudad. Al contrario que en Pula, te sientes transportado a otra época. Los pequeños patios, las ventanas que casi se caen a pedazos... Multitud de rincones a cual mas bonito. Me recuerda al ambiente que reinaba en el palacio de Diocleciano en Split.
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| Un pequeño patio que hace de portal para varios edificios |
Entre las desvencijadas casas encontramos pequeñas tiendas de souvenirs, que intentan aprovechar el tirón turístico de esta parte de la ciudad. El escaso espacio disponible hace que a veces la calle se convierta en parte de la tienda.
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| Subiendo hacia la catedral |
Seguimos subiendo por la calle en dirección hacia la catedral. Poco a poco vamos ganando altura, caminando por la escalonada calle. Al cabo de un rato, llegamos a la parte mas alta, donde un parque rodea a la catedral con su imponente torre. La sensación de amplitud en este lugar resulta agradable.
La catedral de Santa Eufemia
La catedral de cerca no me llamó demasiado la atención. Es bastante grande y tiene algunos detalles bonitos y curiosos, pero lo realmente espectacular de la misma es su silueta dentro de la ciudad. Lo que si me resultó muy interesante fue su torre. Ésta es visitable, y realmente recomiendo subir. Los escalones no dan mucha sensación de seguridad, pero como todas las torres que hemos visitado hasta ahora. Sin mirar mucho entre los viejos escalones de madera llegamos al campanario, donde se abre ante nosotros una impactante visión de la ciudad y sus alrededores.
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| Las escaleras de la torre |
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| Vista de la ciudad |
Tras un rato disfrutando de la impresionante visión panorámica desde la torre, bajamos de la misma (luchando contra el vértigo) y salimos de la catedral y volvemos a la ciudad por el lado opuesto, por un agradable paseo junto al mar donde sopla una agradable brisa marina. A los pocos minutos volvemos a entrar en el casco antiguo, por calles distintas a las anteriores, pero impregnadas igualmente de ese aire especial que tiene la ciudad.
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| Paseando por las calles de Rovinj |
Al llegar al puerto, en el istmo que une el casco viejo de Rovinj con la parte moderna, nos sentamos a tomar una cervecita bien fría. De repente, mientras pagamos, empezamos a ver una enorme nube de humo que viene por la calle donde nos encontramos. Intrigados, nos acercamos a la fuente del mismo. La nube de humo es cada vez mas densa y todo el mundo supone que es un incendio en una de las pequeñas casas del pueblo. La gente se aproxima y se empiezan a oir sirenas de bomberos. Según nos acercamos, descubrimos que toda la humareda salía de una única chimenea. No se a quién se le quemó el cocido, pero desde luego asustó a mucha gente. Por lo menos queda la tranquilidad de saber que el fuego no va a arruinar una ciudad tan especial.
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| Humo en el casco viejo |
Tras el susto, comemos algo y volvemos al autobús, o al menos lo intentamos, ya que la disparidad de opiniones con respecto a la ubicación del parking hace que demos alguna vuelta de más antes de volver. Tras alguna discusión encontramos al final el autobús, en el que nos montamos para volver a Opatija. Al menos hemos conocido la ciudad un poco más de lo que esperábamos :)
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| Otra calle en Rovinj |
Despedida a lo grande
Llegamos a Opatija a la hora de cenar. Tras el descansito y la ducha de rigor, disfrutamos de la última cena por estos lares. Parece que la ciudad nos tiene reservada una sorpresa muy agradable. Esta última noche hay un festival de fuegos artificiales aqui en Opatija. Paseando llegamos a la zona del paseo, donde cogemos sitio para ver los fuegos. He hecho bien en llevar el trípode, para poder captarlos en todo su esplendor. Una despedida muy apropiada para un viaje increible.
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| El festival de fuegos artificiales de Opatija |
Volvemos al hotel con resignación, ya que mañana cogeremos el avión de vuelta a Madrid en Zagreb. Un pequeño cambio de planes de última hora nos va a permitir ver un poco la ciudad antes de ir al aeropuerto, aunque apenas vamos a disponer de una o dos horas. Mejor eso que nada... Pero todo esto en el siguiente post.
Buenas noches,
Rhadamon.
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